Bernardo Rodríguez Alamilla impulsa reingeniería histórica en la Fiscalía de Oaxaca

Por Jaqueline Robles /
Entrevista exclusiva
Oaxaca de Juárez, Oax.– En entrevista exclusiva con Dominio Informativo Digital, el fiscal general del Estado, Bernardo Rodríguez Alamilla, reveló los avances y desafíos de la reingeniería institucional que impulsa en la Fiscalía de Oaxaca, una transformación que busca romper con décadas de burocracia, rezago y desconfianza ciudadana.
Con una autocrítica inusual, el fiscal reconoció que el sistema de procuración de justicia en Oaxaca se volvió “autista”, ensimismado en procedimientos que alejaron a las instituciones de la ciudadanía.
“Nos convertimos en rehenes de los expedientes. Dejamos de escuchar lo que pasaba afuera. Medíamos nuestro trabajo por la cantidad de carpetas resueltas, no por la calidad de la atención. Eso tiene que terminar”, afirmó.
Reingeniería institucional: romper los vicios de 50 años
Rodríguez Alamilla señaló que las fiscalías mexicanas fueron creadas bajo una estructura que ya no responde a la realidad actual.
“Son instituciones diseñadas hace 40 o 50 años. Hoy la gente exige justicia pronta, con calidad y calidez. Para lograrlo, tenemos que cambiarlo todo: los procesos, las estructuras y las mentalidades.”
Desde su llegada, el fiscal ordenó una transformación profunda en los métodos de trabajo, atención al público y gestión de casos. Entre los resultados más relevantes destaca la reducción del rezago histórico de más de 300 mil expedientes, acumulado durante 15 años.
“En dos años hemos reducido ese rezago a la mitad. Estoy seguro de que en un año más lo llevaremos por debajo del 10%. Más de 150 mil carpetas ya fueron revisadas”, detalló.
Combate a la corrupción: funcionarios de la Fiscalía están en prisión
El fiscal fue contundente al hablar del combate a la corrupción dentro de la institución.
“La corrupción hizo mucho daño a la gente y a las instituciones. Sería falso negarlo. Hoy hay servidores públicos de la Fiscalía en prisión porque se les comprobó su participación en actos delictivos. Eso manda un mensaje muy claro: ya no hay intocables.”
Rodríguez Alamilla afirmó que se fortalecieron los órganos de control interno y los procesos de observación para garantizar transparencia y rendición de cuentas.
“Si no limpiamos la casa desde adentro, nunca vamos a poder recuperar la confianza de la ciudadanía.”
Resultados concretos: reducción del rezago y nueva gestión de denuncias
El fiscal explicó que la reingeniería incluye un nuevo modelo de atención que divide los delitos según su impacto social.
“Los delitos patrimoniales y de bajo impacto representan cerca del 60% de las carpetas. Estamos resolviéndolos de forma más rápida, para concentrar la maquinaria institucional en los delitos de alto impacto como homicidios, feminicidios, secuestros y desapariciones.”
Este nuevo esquema, aseguró, busca evitar la acumulación de casos y garantizar que las investigaciones avancen con mayor agilidad.
Justicia cercana: atención en lenguas indígenas y presencia en comunidades
En un estado con más de 10 mil comunidades y 570 municipios, Rodríguez Alamilla reconoció que acercar la justicia a las regiones indígenas es uno de los mayores retos.
“Oaxaca no es uno solo, son muchos Oaxacas. No podemos aplicar la misma lógica en la Costa que en la Sierra o en el Istmo. La justicia debe adaptarse, no imponerse.”
Actualmente, la Fiscalía cuenta con 30 servidores públicos que hablan lenguas originarias, quienes fungen como traductores y puentes culturales. Además, existen convenios con organizaciones civiles y la Secretaría de Seguridad Pública para ampliar la atención en las lenguas maternas.
“Si no traducimos nuestros servicios a las lenguas indígenas, terminamos negando derechos. Queremos que todas y todos se sientan escuchados.”
“La justicia debe volver a tener rostro humano”
Para el fiscal, el gran desafío no solo está en los números o en la reducción del rezago, sino en reconstruir la confianza perdida.
“Dejamos de escuchar a la gente, pero estamos regresando a ella. Hoy queremos devolverle el rostro humano a la justicia: colocar a la persona en el centro, no al expediente.”
Rodríguez Alamilla aseguró que la transformación de la Fiscalía no es solo estructural, sino cultural:
“La gente necesita sentir que la justicia le pertenece. Y eso solo se logra si transformamos de raíz nuestras instituciones. No hay otro camino.”, puntualizó.



