
*El Fiscal General de Oaxaca inicia investigaciones pero advierte que no se permitirá que se naturalice la presencia de grupos armados en las poblaciones
Jaqueline Robles
Oaxaca de Juárez, Oax.- La imagen de un grupo de encapuchados armados resguardando un baile popular en en Sola de Vega, no solo generó inquietud en redes sociales, además activó una investigación formal por parte de la Fiscalía General del Estado.
Bernardo Rodríguez Alamilla, titular de la institución, confirmó que se ha iniciado un proceso para identificar a los responsables, determinar si contaban con autorización y esclarecer si forman parte de una estructura comunitaria o de otra índole.
“Tenemos que dimensionar lo que está pasando, sabemos que incluso hubo consenso por parte de la población, pero eso no basta para justificar la presencia de grupos armados en espacios públicos”, dijo.
Rodríguez Alamilla reconoció que las policías municipales son el eslabón más débil del sistema de justicia en Oaxaca y en todo el país.
“Son las que lamentablemente fueron filtradas por grupos delincuenciales”, afirmó.
Ante ello, la Fiscalía ha desplegado la Operación Sable, una estrategia de intervención en municipios como Huatulco, Juchitán, Pinotepa y Putla, donde se detectó que algunos elementos de las corporaciones locales estaban colaborando con organizaciones criminales.
La operación no solo ha tocado a las policías: también se han intervenido los C2 (Centros de Control y Vigilancia) municipales, ante indicios de que las cámaras eran utilizadas por terceros con acceso indebido.
“No solo servían al municipio, sino a otras personas que tenían acceso a esas cámaras”, señaló el fiscal.
Aunque los casos son “muy contados”, según el fiscal, el objetivo es claro: impedir que se normalice la presencia de grupos armados en espacios comunitarios y mandar un mensaje firme de que no se va a permitir que las policías municipales sean controladas por grupos delincuenciales.
“Donde la sociedad lo requiera, ahí se realizará el operativo Sable”, concluyó.



